El cachorro en el sótano

Mi mami me dijo que nunca fuera al sótano, pero quería saber quién hacía ese extraño sonido. Eran como los lamentos de un cachorrito y yo quería ver a ese cachorro. Así que un día abrí la puerta del sótano y comencé a bajar lentamente. Cuando llegué abajo vi que no se trataba de un cachorrito y mi mami me sorprendió. Me gritó como nunca lo había hecho y me hizo llorar y sentirme muy mal. Entonces mi mamita me dio una galleta para que me sintiera mejor y dejara de llorar. Por eso es que no le pregunté porqué el niño del sótano lloraba como un cachorro y no tenía ni pies ni manos.


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Nivel I ]